El dirigente de Ameghino de Villa María anunció el último fin de semana que da un paso al costado en su rol de director del proyecto deportivo del club villamariense. Seguirá vinculado al club, pero ya sin un papel predominante. Reproducimos la nota generada por El Diario del Centro del País de Villa María.

Giraudo recibió a El Diario y dialogó sobre su decisión de alejarse de la dirección del proyecto, aunque no significa que se vaya del club, donde continuará desde otra función y también desde otro perfil.
-¿Qué le pasó para tomar esta decisión?
-Creo que es momento de darle lugar a la razón. No es racional lo que hacía en el club. Ameghino necesita que yo le dé un espacio para gente nueva. Yo no puedo seguir dedicándole el ciento por ciento como me gusta. Siento que no da para que siga. Necesito espacio. La pasé muy mal cuando me enfermé de CoviD, estoy muy triste todavía porque vi cosas ahí adentro (de terapia) que no se las deseo a nadie. Uno queda shockeado, desde entonces que no me faltaba el aire y luego del partido con Unión me faltó el aire, tuve espasmos nuevamente… Eso me hizo pensar que algo no está bien, loco pará, no puedo. Hoy el club necesita otra cosa que no soy yo. En este estado no le sirvo. Más adelante veré cómo puedo ayudar, pero no desde la dirección completa de todo el proyecto.
-¿Esto significa que hay una puerta abierta para seguir desde otra función?
-Muchas decisiones pasaban por mí. No quiero que pase más. Si podré estar desde otro lugar… mi corazón en rojo y negro, dejé diez años de mi vida ahí y no quiero que este proyecto se pierda, bajo ningún punto de vista. Siempre voy a estar colaborando. Eso es lo que digo hoy. A lo mejor el tiempo me aleja más y encuentre que pasé diez años de mi vida metido adentro de un club, porque eso hice. Me entregué al ciento por ciento. Hoy es una decisión más que tomada. Estoy seguro de lo que estoy haciendo.
-¿La eliminación influyó para tomar esta decisión? Es contra fáctico, pero ¿si ganaban seguía?
-Yo ya venía hablando con el mánager Pablo Tosal, al que sumamos hace poco. Veníamos con dificultades económicas y otros problemas. Lo venía masticándolo. Deportivamente tuvimos golpes más duros, como perder una final por un ascenso, cuando recién estábamos arrancando. Deportivamente estuvimos un escalón más arriba que todos, hicimos historia para lo que es el club y el básquet de la ciudad. No hubiera cambiado lo deportivo, si me hubiera permitido no hacer este pensamiento. La misma bola me hubiera llevado a seguir e intentándolo. Lo tomo como un llamado de atención. Creo que haber seguido en la Liga hubiera sido un desgaste más importante. Por algo pasó esto. Me duele como a muchos villamarienses que querían que ganáramos, nosotros más que nadie. No se nos dio. Creo que perdimos con el equipo, estoy convencido, que será el campeón. En 80 minutos, perdimos por 5 puntos. Se nos escapó el primer punto, quizás con confianza, el segundo no lo perdíamos. El deporte no es matemático. No fue determinante en mi decisión, sí me duele y entristece.
-¿Tus pares de la comisión qué le dijeron? El club con tu dirección se había planteado el ascenso cuando presentaron el Manual del León.
-Tengo el apoyo absoluto de toda la gente que colabora en el club. Están sorprendidos, me apoyan, me agradecen todo lo que hemos hecho. Yo fui la cara visible, pero mucha gente hizo mucho más o sigue haciendo más que yo. A mí me tocó dirigirlo. Y con respecto al Manual, cambiarán los objetivos, no creo que en las próximas temporadas, si se puede jugar, sea con el ascenso como objetivo. No lo veo posible.
-Su salida sensibiliza las posibilidades de ser protagonista. Se achica el presupuesto, habrá una reestructuración de nombres, la salida de algunos integrantes de esta estructura.
-Creo que se optimizará la estructura. Es parte de lo que nos toca. Hoy tenemos una estructura enorme que mantuvimos durante la pandemia y hoy creo que hay que utilizarla. Pablo Tosal en eso tiene mucha experiencia. La gente que se sume a colaborar, creo que la habrá, podrá acomodar el tema. Hoy necesitábamos un deshago económico y empezar a que gente nueva se sume, piense y genere. Hoy el lugar es para ellos.
-¿Qué pasará con algunas de las personas que se sumaron al proyecto? ¿Pasa por su decisión?
-Yo no quiero decidirlo, no sé. Voy a estar en las reuniones cuando se decida, porque lo mío no es un corte y que no me llamen más. Tengo muchos años de trabajo adentro de Ameghino, voy hacer una transición hasta dejar las cosas acomodadas. Me seguirán viendo en el club, integrando la Comisión Directiva, soy el vicepresidente. No renuncio a todo, me tomo un descanso de algunas cosas que siento que no estoy con ganas de hacer.
-Se entiende que desde lo económico ayudaba mucho al club, al irse se achica el presupuesto, pero ¿el club está en condiciones de seguir afrontando esto?
-Yo estoy convencido que sí. Si no no hubiera dado el paso al costado. Es mi gran apuesta. Sembré para que alguien pueda hacerse cargo de esto. No sé quién es la figura hoy. A mí se me ocurre un montón de nombre. El club seguirá con un perfil más bajo o más algo. Capaz que el que venga supere todo lo que se hizo y nos sorprenda. No es un proyecto que yo quiera abandonar y decir “listo se terminó”. No fui nunca de bajar los brazos. En mi casa el lema fue siempre persevera y triunfarás. Sigue siendo mi lema. Si no viera que el club puede seguir sin mí, no hubiera dado un paso al costado.
-Esto de decir me voy, ya lo dijo antes…
-Creo que la mía es una apuesta fuerte. Pero siento que es el momento. Necesito estar con mi familia, estar más en mi casa. Hay reuniones que tengo a las 10 de la noche… hay cosas a las que no me quiero dedicar más. O lo hago de una forma, porque soy una persona responsable o no lo hago; pero sinceramente, no quiero hacerlo más. El desgaste ha sido tremendo. En cuanto a que ya lo decía, recuerdo que dije que no íbamos a jugar la liga, era un modo de buscar una presión, pero conseguir apoyo, pero seguimos igual, sin apoyo. Este año fue durísimo. Hubo sponsors que colaboraron, pero con muchos problemas. La pandemia fue terrible. Como la debe tener la Municipalidad, con otras prioridades, que las entiendo, pero…no comparto. La primera institución a nivel social son los clubes y la política deportiva de los clubes de la ciudad está venida bastante abajo.
-¿No tuvieron apoyo oficial, como tienen todos los clubes del país en competencias nacionales?
-En los cuartos de final, el único equipo de los ocho que no se quedó en Córdoba fuimos nosotros. Viajando todos los días, dando ventajas, con jugadores yendo y viniendo en cada partido. No hubo forma de quedarnos en Córdoba. Económicamente no pudimos sostenerlo. Y la ayuda la pedimos hace mucho tiempo. Dimos un montón de ventajas, para que un desgaste de 6 o 7 meses, con pretemporada, manteniendo jugadores, pagando aunque no entrenaran para bloquearlos, para que no se lo llevara otro. Y llegamos a esta instancia y no pudimos hacerlo en la instancia más decisivo. Nunca llegó el apoyo oficial y necesitábamos ese dinero para hacer ese viaje. Si pasábamos, teníamos que estar una semana en Buenos Aires, no sé cómo lo íbamos a hacer. Estas cosas desgastan porque no recibimos apoyo, y creo que lo merecíamos. Uno se cansa un poco de todo. Y hay privados que no le puedo ir a pedir cuando no están trabajando. Es algo de sentido común.
-Pudieron cumplir con los jugadores para lograr los “libre deuda”.
-Tenemos que cerrar todo a fin de mes. Pero el libre deuda ya está. Eso no lo negociamos. Podíamos viajar a Córdoba y concentrarnos allá, o ir y venir y cumplir con todo el plantel. Ya se fueron varios. Tenemos otros problemas para resolver y estamos abocados a eso. No sé si es el mejor momento para tirar esta bomba, pero es el momento que sentí que tenía que ser.
-Es consciente que muchas de las emociones más grandes del deporte local, de los últimos tiempos, tuvieron como protagonista a Ameghino.
-Por eso decía que tengo cincuenta motivos para irme y mil para quedarme. Nunca hice tiempo de sentarme y mirar para atrás todo lo que hicimos. La única forma de entenderlo es cuando viene gente de afuera y nos dice lo que nosotros hicimos, pero tampoco me la creo. No logro verlo. Porque la vorágine de lo que hacíamos nos llevaba y no teníamos tiempo de verlo. Sé que cuando llegamos el club tenía piso de mosaico, que cuando llegamos si al club le ponían un candado en la entrada era lo mismo. Que no había pintura, tribunas… no lo puedo dimensionar. Los jugadores suelen decir que una Copa que ganan le toma un tiempo dimensionarlo. A mí me pasa lo mismo. Estuvimos siempre pensando qué más hacer. Hoy tendríamos que estar pensando en el plantel de la liga que viene. A nadie le gusta perder, pero ni siquiera uno pudo hacer el duelo por haber perdido.
-Muchos te criticaron por tener una conducción muy personalista por estar identificados todos los logros con tu presencia…
-También pasa que en un momento hay que ser personalista. Mientras más abrís el juego, no podríamos haber tenido un proyecto sólido y sustentable. No se puede poner todo a consideración, porque se hace difícil. Entiendo que tengo un ropero lleno de errores y muy pocos aciertos. Pero eso pasa. La única vez que abrí un presupuesto para discutirlo, no nos poníamos de acuerdo con los jugadores para contratar. En algún momento alguien tiene que tomar la decisión, por qué este y no ese otro. Hay errores que se pagan con tiempo y plata, pero hay decisiones que no se las puede poner a consideración de todos. Pero en casi todas las estructuras deportivas profesionales del básquet de nuestro país hay una persona que toma las decisiones, esa es la realidad.
-Pensando en el equipo que viene ¿Hay muchos jugadores propios que están a préstamo en otros clubes?
-Aspiro y opino que se debe seguir jugando en la Liga Argentina, con los chicos del club. Hay material. Bajar el presupuesto es una realidad y jugar con lo que haya. Estoy convencido que sucederá eso. Supongo que seguiré teniendo un buen voto en las decisiones de la Comisión Directiva. Hay muchos que vuelven: Zenclussen, Cuevas, Frontera, Lezcano, De La Rúa, Suárez, Sandri, todos chicos del club.
-¿Sabe una cosa? No le creo que se vaya.
-Yo no me voy. Me retiro de la dirección. Voy a seguir estando, colaborando con mis tiempos y ganas. Tampoco voy a decir que dejo tres o cuatro meses y vuelvo a agarrar. Quiero que en el club tome otro las decisiones y logre ser sustentable por sus propios medios. Si yo me moría cuando tuve Covid hubiera sido un golpe grande y no sé si el club seguía. No quiero que eso pase. No quiero estar supeditado a una imagen. Me alejo y mucho. Me alejo, pero no me voy, es la realidad. Quiero ir un domingo a la cancha para ver a mi hijo y disfrutarlo, o ver el partido tranquilo.
-¿Hay algo más que quiera decir?
-Fue importante el apoyo oficial en el tema de salud, en los hisopados cuando teníamos que jugar. Pedro Trecco y todo el área de Salud se portó muy bien. Pero de ahí a lo que hacía falta… Hubo gente que colaboró, como Noelia (Macagno), todos son colaboradores, pero nosotros no necesitábamos gente para conversar, necesitábamos apoyo económico.
Por Gustavo Ferradans para El Diario del Centro del País
Categorías:LIGA ARG
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